martes, 2 de noviembre de 2010

20 AÑOS NO SERÁ NADA. 30 SÍ...


8 palpintants nos juntamos en Lekeitio el 30 de Octubre de 2010 para celebrar no se sabe qué. !Ah, sí, la amistad! El evento anual (antes cena guarra) fue organizado por Manu, quien no asumía esa responsabilidad desde que nos llevó a un Restaurante Erótico en Bilbao. El tiempo ha pasado. Todos estamos más gordos, más calvos, más canosos... No tenemos fuerzas ya ni para discutir de política. ¿Será la normalización o la vejez que nos asalta?
Manu fue un anfitrión excepcional. ¿Pruebas? Llegó el primero a la cita. Atrás quedan los tiempos en que su reloj atrasaba siempre un cuarto de hora. Toño vino de Burgos el segundo. Alberto trajo de Bilbao a Ignacio y Miguel Ángel. Jose (sin acento) llegó de Vitoria. Óscar (con acento)volvió a batir el record de lejanía: vino desde Tarragona. Juan se incorporó el último a la fiesta y le hicimos pagar diez euros más de escote que a los demás para que espabile.
Manu e Itxaro nos invitaron a su casa a una espicha de sidra a la salud de Sergio, fallecido en 2008. Es un acto que se ha consolidado en el programa de cada evento anual. Además, todos pudimos ponernos tibios a base de pintxos, cortesía de la casa. !Bien por los Atxutegi!
La ruta del pintxo-pote por el puerto de Lekeitio fue excelente. Sobre todo para Manu. Ignacio y Jose sintieron la tentación de cantar a voz en grito canciones españolas para ponerle en ridículo ante sus vecinos abertzales (todos los lekeitiarras) pero preferimos no hacerlo ante la ausencia de protección policial de la Ertzaintza por los alrededores.
En el Emperatriz Zita coincidimos con una boda. Viendo nuestra pinta, la dirección del Hotel prefirió no dejarnos pasar a los retretes del salón donde se celebraba el convite. Creo que algún piropo lanzado por Miguel Ángel a la novia fue la causa de tal prohibición. La comida fue lo de menos. Fue suficientemente buena y suficientemente barata. Buena relación calidad-precio. Lástima de camarero... Un tipo estirado (1'90) nos demostró que lo suyo con la hostelería no es vocacional. Cuando alguien pidió una marca concreta de licor, nos explicó que "si le obligábamos a buscarlo, tardaría más en traer la copa". Alberto, sin embargo, quedó francamente encantado con las insinuantes miradas que le lanzó. Miguel Ángel volvió a destacarse como el palpitant más palpitant de todos cuando pidió MG para mojar su tónica.
Después de comer, Manu nos llevó a dar un paseo por su pueblo. Una clara maniobra de distracción con el fin de evitar algún conflicto de orden público. En vez de ir a buscar chicas tras la cena como hacíamos los Palpitant en otros tiempos, nos metió en un precioso hotel decadente de Lekeitio, donde nos convertimos en objeto de deseo de una mesa de octogenarias cuyos libidinosos ojos brillaron de emoción cuando nos sentamos a su vera.
La fiesta terminó en torno antes de las nueve de la noche. !Quién nos ha visto y quién nos ve! Después de haber llegado todos a nuestros destinos, ninguno de los Palpitant denunció haber sido parado en ningún control policial para soplar el alcohol bebido. !Hubo suerte!
Manu decidió que la siguiente cena guarra (ahora, comida casta) será organizada por Miguel Ángel. El de ONA dijo que lo haría en Algorta. Antes de tocar madera, quien esto suscribe expresó su macabro deseo de no tener que volver a ninguno de sus amigos antes del próximo evento palpitante. Estamos entrando en unas edades peligrosas... !Nos vemos en 2011!

martes, 5 de octubre de 2010

Un año más, gracias a Atxutegi.


Toño, Alberto, Jose, Iñaxio, Juan, Oscar, Miguel y Manu... El 30 de octubre de 2010 ocho viejos rockeros pasearemos por Lekeitio, ya en plan prejubileta.
Y tiene mérito que personas que nos conocimos en la más tierna adolescencia, de gustos y maneras de divertirnos de lo más diferentes, sigamos juntándonos año tras año, riéndonos de las mismas chorradas como el primer día.
Ya no inflamos condones en los restaurantes, ni bailamos in the night con travesties hombrunos... ni siquiera discutimos ya si el nacionalismo español tiene más derechos y es menos cerrado que el nacionalismo vasco... Afortunadamente, porque si no acabaríamos ajostiaos y ahogaos en el puerto de Lekeitio.
...Pero nos partiremos el pecho con el caústico sentido del humor de Alberto, los chistes heavies de Iñaxio, las paridas de cualquiera de los ocho y recordando todo lo que hacíamos de chavales en el verde valle de Mena... Un año más...